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Enfoque sobre el cambio de los productos de la industria turística

Foto: Gerard Altmann (Pixabay)

El viaje virtual es un viaje en el futuro 

Viajamos a medida que avanza el siglo XXI por un mundo digital que adquiere cada vez más presencia física, más influencia en la vida real, hasta el punto de ser innecesaria la especificación sobre cuál será un nuevo estilo de viaje. 

La decisión de un viaje se hace a partir de una plataforma referencial del destino elegido en primer término, pero sobre el patrón de búsqueda de la información interfieren datos de muchos otros destinos con propuestas de otros atractivos que resultan competitivas. Allí ingresa una dialógica alimentada por la big data facilitada por las tendencias en la demanda y las recomendaciones de otros viajeros ya experimentados.   

Si a esto le sumamos la experiencia de una realidad virtual, se genera el tercer término en el diálogo, determinante del futuro que le espera al turismo. 

Esta estructura trimembrada impacta en los potenciales consumidores, según segmento generacional, ampliando a partir de lo virtual el mundo de las elecciones.  

El cambio de modelo de turismo no tiene vuelta atrás.  Las innovaciones se suceden tanto del lado de la oferta con  la competencia de destinos cada vez más inteligentes; como en el de la demanda, con clientes cada día más informados. Esto genera oportunidades de mercado para destinos poco explorados que han ido desarrollando contenidos adaptados a resolver “las incógnitas” que no se pueden obviar en el proceso de transferencia tecnológica y de desarrollo de contenidos indispensables, avanzando en territorios digitales integradores.

PLATAFORMAS DIGITALES              BIG DATA                    REALIDAD AUMENTADA

«Pre-viaje, viaje y post-viaje, tres estadios que no se entienden actualmente
sin las nuevas tecnologías.» que están cambiando el turismo.

Las nuevas tecnologías en el sector turístico han revolucionado la forma de viajar y están operando un cambio enorme sobre el enfoque mismo de los productos de esta industria, ya que la realidad virtual genera en el individuo, una vivencia anticipada de la experiencia futura, cuando antes pasaba por lo meramente sensorial. 

Pensar en la construcción de estos modelos inteligentes requiere salir de la improvisación del uso meramente lingüístico, para trabajarlo desde un esquema de profesionalización que no confunda conceptos. DESTINO INTELIGENTES requiere de una integralidad de servicios conectados que necesitan conectividad, pero no sólo es sinónimo de conectividad. Es calidad y capacidad de vivir y visitar circuitos y localidades planificadas desde un mundo actualizado en el uso de los dispositivos móviles, con una Internet pública, un Plan Director “Smart City” (PDSC), con una red de redes que responda a la exigencia de los usuarios en los servicios urbanos, el gobierno electrónico y la movilidad para mejorar la calidad de vida del residente y, por ende, también la del visitante que llega al destino

En definitiva, la trilogía que proponen los nuevos modelos tecnológicos y que generan un diálogo renovado con el usuario, requiere repensar los productos turísticos desde la instalación de sistemas inteligentes, aportantes de nuevos códigos que respondan a un perfil de turistas generacionalmente mucho más informados y exigentes.
 
Así, algunos apuntan al concepto de Smart City como una respuesta a este nuevo modelo de viajero que expresa que «la cantidad de información de la que se dispone y las nuevas tecnologías harán que el turismo se adapte a las necesidades y al tipo de turista».

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