Así como la artesanía, la historia de un lugar se entreteje y amasa en la observación de sus objetos culturales que de manera duradera o efímera, se destinan a un uso doméstico, ceremonial, ornamental o como implemento para el trabajo o la protección, dejando una huella significativa de carácter patrimonial comunitario.
De ahí que sea tan importante observar el trabajo de los hacedores de la cultura para interpretar contextos sociales y temporales, habilidades para utilizar y transformar los recursos propios de sus geografías en herramientas de trabajo y valores simbólicos e ideológicos aplicados bajo el sello de una hechura local.
Auxiliados por implementos rudimentarios que a veces buscan en la mecanicidad más simple aligerar procesos, el artesano transforma así la materia prima disponible, exponiendo su maestría y creatividad.
Esta acción de identidad comunal requiere una continuidad protegida y sostenida en el tiempo, y por eso es tan necesaria la utilización de otras artes y herramientas surgidas de las nuevas tecnologías.
Por eso, la comuna de Lago Ranco, a través del municipio local, el Ministerio de las Culturas las Artes y el Patrimonio, junto al apoyo de la Corporación Cultural Municipal de Paillaco, lanzó días atrás, un catálogo en versión impresa y digital que tiene por objetivo dar a conocer los productos elaborados en la zona, dando una aproximación a los procesos y técnicas ancestrales, mediante entrevistas realizadas a más de 80 artesanos.
El acercar demanda y oferta a través de este catálogo que incluye datos de contacto, ubicación geográfica e imágenes de trabajo de ochenta exponentes de la artesanía local, atiende a dos problemáticas de los artesanos en general: pone en competencia el trabajo del artista manual con los productos procedentes de procesos industriales de bajo costo, con apariencia similar a los productos artesanos, pero con menor precio y calidad y acompaña a los mismos a definir una forma de comercializar sus productos que los saca de sus talleres individuales, con poca capacidad para llegar al mercado.
Así, a medida que va creciendo un nuevo mercado de productos originales de hechura a mano, se va construyendo ese nuevo capítulo histórico de una localidad que recupera y protege su cultura.
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