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Pascuas: Tres Modelos de un Mismo Festejo

En Patagonia existen muchas formas de festejar Semana Santa.

El sentido comercial que le da Bariloche promoviendo uno de sus productos más convocante y adaptable para estas fiestas, el chocolate, toma forma de propuesta natural y singular en Puerto Madryn con el Vía Crucis Submarino, mientras reencuentra el profundo sentido religioso en Junín de los Andes que invita a recorrer los veintidós cuadros del camino  de Jesús, el Vía Christi, que representan su vida y la de otras culturas, sobre el cerro La Cruz.

En Bariloche, provincia de Río Negro, la Fiesta Nacional del Chocolate convoca la tradición gastronómica del Huevo de Pascuas que se remonta a los símbolos de fertilidad y renovación de la antigua Roma y Persia.

Capital nacional de este producto, la fecha se traslada a un festejo que corriéndose de lo religioso, se instala en acciones concretas de marketing, traccionando a un turismo que elige disfrutar experiencias, sabores y sensaciones, en un clima de algarabía.

Mirando hacia el este, en la provincia de Chubut, y haciendo uso de sus recursos naturales y turísticos, Puerto Madryn, en cambio, adapta el sentido religioso de esta fecha, realizando la procesión de Viernes Santo por debajo del agua, único en su tipo. Un peregrinaje que comienza con un recorrido que integra las diferentes estaciones en el centro de la ciudad, para luego sumergirse en las profundidades del mar desde el muelle Piedra Buena.

Foto del Nautical News Today

Kayaquistas, buzos profesionales y deportivos, acompañan el camino de una cruz adaptada a la inmersión, mientras el sacerdote relata cada estación subacuática a través de un hidrófono.

En la espera, un público expectante y recogido en su silencio aguarda entre cánticos corales y con sus tulipas encendidas, la caída del sol sobre la playa, vibrando el sentido de la resurrección cada vez que un submarinista emerge de las olas.

Convertido en un modelo paradigmático del turismo religioso , en cambio, Junín de los Andes en la provincia de Neuquén, reúne en su geografía a miles de turistas y fieles, atraídos por la resurrección del otoño cordillerano y la confluencia de elementos de una tradición católica y mapuche, que se comparten en esta fecha de alto contenido espiritual para ambas culturas.

A través de un circuito adaptado de dos kilómetros y medio, se realiza el Vía Christi que comienza al pie del cerro La Cruz y finaliza en la cumbre donde se erige una cruz blanca, exponiendo en su recorrido un parque escultórico con obras de estilo sacro, diseñado por el arquitecto Alejandro Santana.

También, las visitas al Santuario Nuestra Señora de las Nieves y Beata Laura Vicuña que integra en su moderna y sobria arquitectura, el homenaje a una de las pobladoras que debido a su particular historia, su fe y su muerte temprana, se convirtió en beata.

A pocos kilómetros, el Santuario Ceferino Namuncurá, una construcción de madera entramada con formato de cultrún (instrumento típico de la cultura mapuche) donde descansan los restos del beato de origen mapuche, da inicio a un nuevo camino ascendente hacia otra cumbre que se eleva empinada sobre el gran valle del paraje San Ignacio, para encontrar un nuevo santuario custodiado por su estatua.

Tres formas distintas para un festejo adaptado a distintos planes estratégicos, de cara al inicio de la temporada baja.

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