Experiencias

Caminar con bastones por los caminos de la Patagonia

Caminata con bastones

La Patagonia como territorio casi virgen de historia respecto de otros lugares del mundo, es receptiva de algunas disciplinas novedosas que van tomando auge en otras partes del mundo. Este es el caso de “Nordic Walking” o “Caminata Nórdica”. Recorramos el trayecto de este deporte para entender su significación. Por la década del treinta, el equipo nacional finlandés de esquí nórdico, se vio obligado a extender su entrenamiento a los veranos de Finlandia. Se buscaba que la simulación de este deporte, resultara lo más parecida posible al deporte invernal. Así salían los competidores a caminar y correr con bastones de esquí, para que la adaptación a la técnica y la preparación física aeróbica general se mantuviese necesariamente hasta el período de definir rivalidades con otros equipos. Así surge la marcha nórdica. 

Más de treinta años después, en 1966, se comenzó a valorizar la práctica por sus propias particularidades deportivas y terminó siendo derivada a la educación escolar, donde se dictaron las primeras clases de «caminar con bastones». Tal fue el éxito de esta nueva disciplina que en la escuela de Viherlaakso en Helsinki, a cargo de la profesora de educación física Leena Jaaskeelainen (primera referente educativa en el tema y miembro de la Junta Nacional de Educación perteneciente al Ministerio de Educación en Finlandia), se termina introduciendo como parte de la currícula para la práctica de la educación física en las escuelas.

Paso a paso, en 1987 se realiza la primera presentación pública de la destreza en Finlandia Kavely (Caminata de Finlandia), realizada en Tampere, con lo cual va tomando cada vez más un formato popular.

Pero en 1996, Marko Kantaneva, licenciado en ciencias de la actividad física, dio a conocer los primeros resultados de sus investigaciones y tests sobre los efectos beneficiosos para la salud que fueron tan contundentes que sirvieron para darle un empujón más a su fama mundial.

En 1996 Tom Rutlin introduce la práctica en EEUU bajo el nombre de Pole Walking o Exerstride, que se llevaba a cabo con bastones similares a los de esquí alpino, pero es en Finlandia en el año 1997, donde la marca de material deportivo Exel, lo presenta como forma de entrenamiento autónomo bajo el nombre de “Nordic Walking” -tal como se lo conoce hoy en día-, inaugurando el primer bastón de fibra de carbono que facilitó su desarrollo internacional.

La actividad tomó tanta vigencia en Europa que fueron varios los países que comenzaron a financiar cursos a través de la Seguridad Social de sus Estados, fomentando medida de prevención y terapia para determinadas dolencias.

Pero aún revelada como actividad enormemente beneficiosa para la salud, el fitness, el training deportivo, no hay que olvidar que hoy también participa de otros modelos más propios del desarrollo y crecimiento de las localidades: la oferta de turismo activo.

Así se instaló en la Patagonia, impulsada por un conocido y centenario hotel ubicado frente al Lago Nahuel Huapi, sobre la desembocadura del Río Correntoso, en Villa La Angostura, con el propósito de ofrecer un agregado de valor a los servicios ofrecidos a sus huéspedes. La localidad cordillerana, se convirtió de esta manera en la primera del país, después de Mar del Plata, en ofrecer esta actividad. Hoy continúa siendo la primera en la Patagonia Andina, compartiendo con Puerto Madryn en la zona marítima, el logro de ser dos de las  localidades pioneras en toda la Patagonia.

Sin dificultad para los distintos rangos etarios, género o preparación física, es imposible no ver sus potencialidades: una actividad al aire libre, óptima para recorrer los múltiples terrenos y senderos patagónicos y disponible todo el año para quien visite la zona turísticamente, sólo, en compañía o bajo la guía de un instructor privado. El deporte de competencia que se fue convirtiendo inicialmente en una forma autónoma de entrenamiento físico, ahora suma recursos para la “industria sin chimeneas” en alquiler de equipos, formación profesional de los instructores, trainers de la actividad y coordinadores turísticos.

Mientras tanto, es importante conocer detalles de los logros personales a adquirir para quienes se deciden por este deporte. Pensemos que al acto de caminar se le suma la acción de empuje generada por los bastones, utilizados como forma de optimizar el esfuerzo físico. Dicen los entendidos que si en una hora de caminata tradicional se efectúan aproximadamente 6000 pasos, se movilizan cerca de 200 músculos y se queman alrededor de 120/140 calorías, en una hora de Marcha Nórdica, se realizan aproximadamente 6000 pasos, se efectúan 6000 empujes activos con los bastones, se abren y cierran 6000 veces las manos produciendo además movilidad del tren superior del cuerpo (brazos, hombros y espalda) que se suma a las piernas y cadera, movilizando cerca de 600 músculos y quemando alrededor de 450 calorías, desarrollando cuatro de las cinco capacidades físicas: fuerza, resistencia, movilidad y coordinación, y qué mejor que hacerlo en los entornos de una Patagonia que regala aire libre, variedad de caminos y tanta belleza en sus panorámicas. 

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